Para algunos es la pieza más importante de un sistema de cine en casa, para otros una caja enorme e innecesaria que les da dolores de cabeza en instalaciones domésticas. Para la mayoría un elemento más de nuestro home cinema que nos permite mejorar la calidad global del sonido a bajas frecuencias.
El subwoofer o altavoz para frecuencias graves tiene dos misiones básicas: reproducir sin distorsión frecuencias a las que el resto de altavoces no son capaces de llegar y reproducir el sonido almacenado en las pistas de audio .1 de los formatos multicanal.
Este .1 es también conocido como canal de efectos de bajas frecuencias o LFE y en él nos encontramos sonidos de sub-graves (por debajo de unos 40 Hz) cuyo objetivo es hacer vibrar al espectador en efectos como explosiones y disparos, pero también recrear un ambiente realista reproduciendo los sonidos de muy baja frecuencia de motores, estancias cerradas, escenarios de exterior, etc.
Las primeras pistas de audio que integraban este canal LFE lo usaban de forma esporádica y sólo para resaltar ciertos momentos clave de la acción. Sin embargo, en la actualidad la mayoría de las películas lo usan de forma casi continuada no sólo para reforzar algunos sonidos, sino más bien para recrear una escena sonora realista.